martes, julio 28, 2015

El naranja es un nuevo negro (Otras artes)



Comencé a ver la serie Orange is the new black ya que tenía un tiempo libre por las noches y no quería engancharme con películas. Si bien la  temática no es de mis preferidas, el encierro en una cárcel de mujeres, me dejé llevar por ciertos comentarios que leí. Pensé en la serie argentina, Mujeres asesinas, y me dije que no quería más de lo mismo. Miré los primeros tres capítulos para darle una oportunidad y, al primer indicio de la exaltación al asesinato, la dejaría de mirar.



La serie está basada en el libro autobiográfico de Piper Kerman, Orange Is The New Black: crónica de mi año en una prisión federal de mujeres.  Fue lanzada por Netflix lanzó la serie en julio de 2013 y ya va por la tercera temporada.

En sus primeros capítulos, la trama se presenta como una serie más de temática carcelaria y de mujeres. Poco a poco, los personajes van perfilándose y en la protagonista aflora una personalidad reprimida, cada vez más compleja. La serie comienza con la vida idílica de Piper quien está a punto de casarse y está viviendo uno de los mejores momentos de su vida hasta que reaparece del pasado, Alex, una mujer con quien participó en el tráfico de drogas y con quien vivió una historia de amor.



A pesar de estar en la tercera temporada, aún se van narrando las historias de los personajes centrales de manera que uno se engancha con saber qué llevó a alguien a estar ahí. De trasfondo aparece siempre el abandono, los entornos violentos y represivos, la desarticulación de la familia, el maltrato infantil, las infancias infelices, el rol de la mujer.
Un punto a favor son las actuaciones. Cada personaje es creíble y se muestra con realismo, es decir, si se levanta de dormir, se levanta de dormir sin maquillaje y sin los rulos perfectos. Además, a pesar de la cantidad de personajes secundarios, son fácilmente recordables cada uno en sus historias de vida.

Otro punto que me llamó la atención es la separación, hasta racial, de los latinos, la comunidad afro, la asiática y la “blanca”. En forma constante están presentes los subgrupos que se distancian, marcan sus fronteras en el idioma, en los hitos del pasado, armando una identidad desde el contraste. En la serie de puede observar cómo en Estados Unidos cada minoría étnica forma islas y construye su identidad en oposición con los otros. Alguien que había viajado hacía unos años me contó lo mismo: que ella había sido integrada, casi obligatoriamente, a un grupo de latinos ya que para los demás ella no era argentina sino latina, y que más allá estaban los afros, más allá aún los asiáticos y los “blancos” que eran los descendientes de ingleses y europeos quienes llevaban varias generaciones en el lugar. Todo esto es lo que podemos observar en la serie.



Como aspecto negativo, las escenas sexuales cansan y ya son un cliché si solo es para aventar y generar un contenido vendible. No hay un solo capítulo sin una escena donde veamos un desnudo. De esta manera, caen en lo mismo de ofrecer el cuerpo de la mujer para el espectáculo. ¿No hay otras maneras de narrar? ¿Es tan necesario?
Sumo a los aspectos negativos el hecho de contar con personajes masculinos, los guardias varones, que en una cárcel de mujeres se me presentó poco creíble. No sé si en la realidad es así pero en una escena donde un guardia controla a una mujer mientras ella se ducha, sentí que perdía realismo, que se me hacía añicos la magia. Aunque es cierto que al incorporar varones permite al autor generar otros conflictos. En las relaciones de los guardias varones y las internas mujeres es donde se pueden leer las relaciones de poder y de desigualdad entre los géneros, las relaciones de abuso, la “venta” del cuerpo para lograr ciertos privilegios, el trato infantilizado hacia las mujeres, etc.

Los temas que trata son variados como la soledad y la desesperación por ser amado, los sueños y las expectativas de vida que no se cumplen y se llevan como un espacio de dolor permanente, la amistad, la lealtad, el cambio y la adaptación de las personas a todo tipo de entornos impulsados por el afán de vivir.


Mis personajes favoritos son:


-Alex Vauss: personaje magnético, misterioso, seguro de sí. Es la ex novia de Piper con quien traficaba drogas.
















-Dogget: lidera un grupo religioso muy cohesionado a partir del miedo y la agresividad. Es uno de los personajes que más ha ido mutando en la serie y que más me gusta ya que te va generando distintas emociones desde odiarla hasta amarla.






La serie me enganchó y la sigo con expectativa. Aún restan historias de algunos personajes que me gustaría conocer. Me gusta cómo genera una curiosidad al ir mostrando de a poco las historias de vida de cada protagonista, además la transformación de algunos personajes de manera sutil pero profunda.





By Keren Verna


Fuentes: noisey buzzfeed jacobinmag -
 

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